Ellos vendrán y me atraparan con sus garras,

vendrán en cualquier momento y nadie podrá defenderme.

Tengo miedo, mucho miedo, esconderme no puedo,

tengo que estar sentada esperando su aparición, sola e indefensa.

Miro la luz que se asoma por si una sombra la opaca,

pienso que ahora quizá no vengan, pero no tardaran en hacerlo.

Volteo a cada rato, pero no hay moros en la costa.

Veo entrar a alguien, doy un pequeño salto,

pero me doy cuenta que no son ellos, es una falsa alarma.

Mientras pasan los minutos me agobio más y ya me quiero ir,

pero aunque intente escapar, yo sé que harán todo lo posible por atraparme.