lunes, 7 de marzo de 2011

Y es que nunca más volvere.

Primer día de clases, me levanto temprano,
con muchas ganas pero a la vez con flojera, típico ¿no?
Hago lo que hacía cada mañana y me dirijo al colegio,
sin pensar que algo extraño me ocurrirá al llegar.
El portón estaba abierto, entró y me doy cuenta que no hay nadie.
Comienzo a buscar a las personas y en efecto, no se encontraba nadie.
Me asustó y corro para llegar hacia el portón,
pero cada vez se alejaba más y más de mí,
dejándome la menos posibilidad de salir.
Cansada de todo lo que había corrido,
y ver que ya no sé podía hacer nada más.
Me arrodillo y comienzo a llorar, deseando no haberme levanto ese día.
En eso escucho un ruido y... era la puerta de la cocina de mi casa.
Es allí que me doy cuenta que todo había sido
un sueño o más bien una pesadilla.

Salgo de mi cuarto y veo a mi madre alistando
los refrigerios de mis hermanos,
mientras ellos se van alistándo, pues comenzaban sus clases.
El reloj marca las 7:30 am, me asomo por la ventana
y observo a aquellos niños y adolescentes yéndose al colegio.
Una nostalgia no tan profunda me invade,
y me hace recordar que yo, ya nunca más volveré.
Hacía un año que me había graduado de la
secundaria.
La verdad no la extraño mucho, pero tampoco es que la haya olvidado.
Quizá la realidad haiga hecho que asimile bien mi salida o
quizá la costumbre de llegar a ver a mis hermanos,
hagan como trasladar su vida, a la mía y recordar todo,
pero no con tristeza, si no más bien como algo bonito.
Al verlos a ellos, yo sé que mi mente se transportara
a los últimos 5 años de mi vida
y vivir la experiencia del colegio pero ahora de manera diferente.
Mi vida allí, a pesar de todo, fue la mejor.
Mejores amigas, peleas y discusiones, bromas, apodos, profesores jodiendo, romances, personas hipócritas y mentirosas, copias en los exámenes,
tiradas de pera, papeletas, llamadas de atención, la tan atractiva falda alta
e infinidad de cosas, de esa etapa que yo ya terminé.
Por ahora pienso que todo es mejor afuera, aunque no lo sea,
pero así lo estoy sintiendo. Sin levantarse temprano
o sin madrugarse haciendo tareas, así nunca las haya hecho.
Todo sera un lindo recuerdo y mi promoción MMX, siempre estará acá. ♥
Y tal vez en el fondo, algún día llegue a extrañar tanto al tan, odioso colegio.

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