He pensado todo el día en ti.

No te me escapas de la mente, pues te veo a cada momento. A veces en nuestros buenos momentos, pero mayormente en todo el dolor. No sé qué hacer, se me escapan lágrimas con tanta facilidad. Quiero olvidarte, que no duelas más.

He llegado a pensar en perdonarte todo, si es que decides regresar. Sé que terminaría lastimada, pero sólo quiero volver a estar a tu lado. No entiendo el por qué me heriste, sabías que eras mi existir. ¿A dónde fue todo? Seguiré enamorada de ti, no sé hasta cuándo y no me avergüenzo. Seguiré escribiendo para ti y por ti. Tengo tantas cosas que decirte y me pongo a hablar sola, pensando que tú vendrás y volveremos. Soy una estúpida, por seguir creyendo que volverás.

¡Por favor!, te fuiste hace tiempo de mí y por más que lo sabía, seguí intentando todo contigo, mi amor. Siempre tuve la esperanza que te dieras cuenta que yo era la indicada para ti y que cambiarías. Sí, cambiaste, pero me cambiaste a mí. Yo era lo último. Yo ya no existía. Todo era ella.

Se me rompe el corazón cada vez que recuerdo esos mensajes. Aunque siempre lo has negado, yo sé que te gusta y te gusta un montón. Así, eras cuando querías conquistarme a mí. Incluso ahora eres mejor.

¿Por qué todas esas mentiras? Debiste haberte marchado. Yo no soy el amor de tu vida. Mentira tras mentira, con qué facilidad. ¡¿Por qué?! Sólo quiero saber eso. Mientras estabas conmigo, pensabas en ella.

Me rompo en llanto ahora mismo, escribiendo esto. Me dueles Sayuri, me dueles tanto, que no sé cómo recuperarme. Todo el maldito día te tengo presente, todo el maldito día te recuerdo. ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! 

Hoy estuve por alguno de los lugares que hemos ido, retrocedí el tiempo un momento y recordé cuando estábamos bien. ¿Cómo es qué todo terminó? Dímelo. Hicimos tantos planes juntas. Te amo, mi preciosa. Y no puedo creer que esa persona tan maravillosa que conocí, se haya podido convertir en esto.