Miel.

No es justo, cambias nuestros planes, porque encontraste otros. Llorando de impotencia porque ya no puedo, porque esto me consume y me vence, porque no hay forma de hacerla entender de que yo la necesito. ¿Por qué el amor es tan injusto conmigo? y yo aguantando todo, ¿por qué maldita sea? Soy tan sensible que todo me lastima, pero tú puedes decidir no hacerlo. ¡No lo hagas más! Me rindo. Te largas a dormir, por más que recalques constantemente que no lo logras. Mentiras, blasfemias, siempre uno de lo otro. Tú puedes vivir sin mí, pero yo, no. Te aprovechas, porque sabes que todo estará bien al final, porque esta idiota te perdona todo lo que dueles. Sueles quejarte de lo melosa que soy, de que siempre ando besando o abrazándote, sueles quejarte de que siempre quiera sentir tu piel, sueles rechazar cualquier mensaje que pueda escribir en tu red social, sueles actuar dejándote llevar por tu indiferencia y frialdad. Me encantas y aún así no es suficiente, nada es suficiente. ¿Qué más me queda por hacer? Ya no hay más qué hacer. Date cuenta.

Pero tú mi amor, tú no tienes corazón.