jueves, 26 de mayo de 2016

Aprendí.

Y lo más importante es que
por más que nos aferremos a alguien;
si ese alguien se quiere ir, se irá.
No hay más nada que hacer.
- Macarena Cruz



A lo largo de estos casi dos años de relación, he entendido que nunca hay que poner tu existencia en las manos de alguien, nunca de los nunca. Y no es que sea pesimista, pero en esta vida, siempre pasa algo malo, es la cruel verdad. Bueno, con excepciones, pocas excepciones. He entendido que si permitimos que sobrepasen por uno, se hará costumbre y siempre te pisotearan. Entendí una vez más que no hay promesas que valgan ni amor que dure por siempre. No debemos dejar de ser nosotros, por tratar de estar bien en una relación. Yo lo hice, yo aguante muchas cosas por tenerla a mi lado. He entendido, que no hay razón para seguir luchando sola, es difícil dejar ir a la persona que amamos, pero no podemos cargar con todo nosotros mismos. Debí haber sido más fuerte de carácter, no dejarme convencer con palabras sin sentido y sin valor; y no debí haber aceptado esas malditas migajas de supuesto amor escondido en indiferencia. Entendí que es mejor que duela al principio dejando ir lo que no fue, que seguir con el dolor eterno. Las parejas deben de ser complemento, no cambiar porque no le gustas 100% a la otra persona. Malditas mentiras que dañaron mi corazón. ¿Por qué nunca pudo ser sincera conmigo? Entendí de ella, que no hay peor ciego que el que no quiere ver y aunque aplique debes en cuando esta frase: "Ojos que no ven, corazón que no siente", a la larga te pasa la factura y te duele elevado al infinito. Es difícil perdonar y en el caso que lo hagas, primero aclaren el tema con sinceridad y luego déjenlo en el baúl de los recuerdos. No debí nunca darte todo mi amor.

No hay comentarios :